Dermatitis Atópica

La dermatitis atópica es una enfermedad crónica, recurrente, pruriginosa que consiste en la aparición de eccemas en distintas localizaciones, además de otros procesos alérgicos relacionados. Suele manifestarse ya en la infancia temprana, afectando al 15-20% de los niños, aunque también puede comenzar en la edad adulta.
Las causas que desencadenan la aparición de la Dermatitis atópica son complejas. Habitualmente hay una predisposición genética que origina una barrera cutánea defectuosa, alteraciones en el sistema inmunitario y una respuesta anómala y aumentada a alergenos y antígenos antimicrobianos.
El principal síntoma de la Dermatitis atópica es el prurito, que con frecuencia se acompaña de eczemas en cara, superficie extensora de brazos y huecos poplíteos. Otras manifestaciones clínicas frecuentes son la sequedad cutánea, la queratosis pilar, la aparición de áreas blanquecinas en mejillas o región superior de brazos (“pitiriasis alba”) o la asociación frecuente con procesos alérgicos de tipo rinitis alérgica o asma. En la analítica suele observarse una elevación de la Ig E junto con eosinofilia.
El tratamiento exitoso de la Dermatitis atópica requiere un enfoque sistemático y personalizado que incluye la hidratación adecuada de la piel, el tratamiento farmacológico y la identificación y eliminación de los factores desencadenantes y exacerbadores como irritantes, alergenos, agentes infecciosos y estrés emocional. En los individuos refractarios a las formas convencionales de tratamiento, pueden ser necesarios agentes inmunomoduladores.
En Clínica Dermatológica Granada abordamos esta patología mediante una historia clínica detallada, y una vez realizado el diagnóstico, no solo realizamos tratamientos médicos sino también consejos cosméticos fundamentales para el buen control de esta patología, recomendando siempre productos de primera calidad.