Lesiones vasculares y Angiomas
Un angioma es una lesión superficial cutánea de color rojizo que está formada por pequeños vasos sanguíneos agrupados en una determinada zona de la piel.
Las lesiones vasculares o angiomas las hay de muchos tipos: superficiales, profundos, congénitos (es decir, presentes desde el nacimiento), angiomas rubí (que aparecen en la edad adulta como pequeñas formaciones vasculares diseminadas por tronco y/o extremidades), arañas vasculares que son formaciones vasculares con un punto rojo central más pronunciado a partir del cual se irradian pequeños vasos sanguíneos que simulan una red o tela de araña, además de otros tipos.

En Clínica Dermatológica Granada contamos con tres tipos de láser para la eliminación de lesiones vasculares en cualquier localización.
- El LÁSER NEDODIMIO YAG es una fuente de luz de 1064nm que se aplica directamen-te sobre estructuras vasculares de calibre pequeño. Nos referimos a las antiestéticas va-rículas en piernas inferiores que por su pequeño calibre no pueden ser tratadas median-te esclerosis ni otras técnicas quirúrgicas. Las varices no quirúrgicas, es decir, las de pe-queño calibre y las arañas vasculares son las que mejor responden al tratamiento. Las arañas vasculares son dilataciones de vasos de pequeño tamaño (menos de 1mm) y me-diano tamaño (1-2,5mm) que se encuentran en dermis e hipodermis. Pueden presentar-se como ramificaciones (microvarices) o pequeños puntos rojos (“puntos de rubí”). Sue-len tener un componente hereditario y también influyen malos hábitos corporales como pasar mucho tiempo de pie, cruzar las piernas de forma habitual…. también el sobrepeso o las alteraciones hormonales (embarazos…)
Este láser actúa sobre la hemoglobina, coagulando los vasos para que posteriormen-te, sea el propio organismo el que los elimine de forma natural. Consigue de esta manera el colapso de estos pequeños vasos y así los va eliminando progresivamente.
Las sesiones tienen una duración variable, entre 30-45 min aproximadamente, de-pendiendo de la zona a tratar. No es necesario la aplicación de un anestésico tópico ya que el tratamiento es tolerable. Serán necesarias entre 3-5 sesiones, separadas entre sí por un intervalo de 1 a 2 meses. La aplicación del láser produce una molestia mínima en la zona, las varículas se tornan de un color violáceo que desaparecerá en pocos días. - El LÁSER V-BEAM DE CANDELA es un láser de colorante pulsado que emite una luz de 565nm, perfecta para tratar una amplia gama de lesiones vasculares. La particularidad de esta longitud de onda es que trabaja selectivamente sobre la oxihemoglobina, que es la que otorga el color rojo a la sangre. Esto permite destruir selectivamente capilares pequeños y medianos por calentamiento, para que sean fagocitados por el organismo.
Con este láser eliminamos multitud de lesiones vasculares: telangiectasias faciales, poiquilodermia en cuello y escote, arañas vasculares, manchas en vino de Oporto y otros angiomas, lagos venosos, rosácea…
La luz emitida es absorbida por los vasos sanguíneos de la dermis produciendo un daño a ese nivel con lo que se consigue eliminar estas lesiones. La elección del pulso determina la recuperación más o menos rápida de la piel:
Pulsos cortos: usados para la ruptura del vaso sanguíneo. Producen púrpura sobre la lesión tratada que evidencia la eficacia del tratamiento y que tardara unos días en desaparecer. Esto ocurre al tratar angiomas planos, manchas en vino de Oporto y telangiectasias faciales.
Pulsos largos: persiguen la coagulación del vaso mediante un calentamiento progresivo y dinámico. Su aplicación requiere más sesiones, pero no deja púrpura evidente. De ahí que este láser obtenga buenos resultados con las rojeces difusas faciales o rosácea. - El láser de CO2 Core de CANDELA realiza su función con dióxido de carbono y una fuente de calor. Los equipos usados en la actualidad cuentan con una longitud de onda de 1064nm que es la que puede ser absorbida por el agua que contienen los tejidos. Se utiliza para el tratamiento de pequeños angiomas rubí o en cereza de cualquier localización.
Mediante los distintos sistemas láser se consigue “coagular” los vasos sanguíneos tratados y posteriormente, el organismo se encarga de eliminar esos vasos dañados. Son tratamientos bien tolerados, que consiguen mejorar las lesiones tratadas en pocas sesiones.